28 mar 2012

No sé si me duele no ser feliz, o que ella lo sea, o que ella lo sea con otra persona, o que ella lo sea sin mí. Que sí que estas cosas me pasan por entrometida, por fisgona, por cotilla marujona. Me pasan por querer saber a toda costa. Si ya lo decía mi querido Julio, "la ignorancia también da la felicidad"... Desde luego. Pero bueno, ¡eh! ¡que me estoy curando! Ahora sólo siento una punzada en el pecho y un nudo en la garganta cada vez que veo una foto suya. "¡Ay, Logá!" ¡Venga ya hombre! Pero que ya no lloro ¿eh? Ni tampoco sufro, ya no hay llanto. Sí, sí, pasado pisado. Qué recurrentes son las panchitadas... ¡Jé! Bueno bueno, por lo menos ahora me apetece escribir a secas, antes lo necesitaba. Ahora me apetece soltar gilipolleces por mis manos; aunque no tengan ni pies ni cabeza. Como yo, que no tengo cabeza. Soy como Nick Casi Decapitado. ¡Uy! Entonces sí tengo cabeza... Soy... ¡Como el jinete sin cabeza! ¡Santo Zeus, qué redundante soy! Cómo se me va de las manos. Distancia de seguridad. Ahora que me acuerdo, ¡cómo se me va de las manos! Si es que la cago ¿eh? la cago... "No dejaremos nada a la imaginación... A veces me canso de tanta poesía, y quiero decirte a viva voz todo lo que te haría..." Mi sueño es ir a un concierto suyo, y ponerme en primera fila, enamorarnos a base de miradas, que disimuladamente me pida fuego cuando salgamos a fumar, y pocos años después tener una bonita vida y que me acuerde vagamente de todos estos fracasos. Que me ría de este momento, que me ría leyendo esto. "Quiero decirte a viva voz todo lo que te haría..." Pero que hay cosas que es mejor no decir, por el bien de la humanidad. Ñah. ¿Pero qué me ha dado hoy? ¡¡Que no puedo parar de teclear sin sentido...!! Si es que ya lo decía yo hace muchos años (no tantos), que estoy majareta sin remedio. Hay cosas que nunca cambian, y mi locura transitoria con principio de paranoia es una de ellas. Esto es como cuando me dio por la escritura automática. Surrealismo. Pero esto es mucho más cutre. Yo, todo lo contrario que el vino, no mejoro con los años, voy hacia abajo. Constante pendiente. Pendiente de todos sus movimientos. ¡Pero qué dices! ¿No ves que me estoy curando? Mierda, estás hablando sola... (Prueba feaciente de mi multipolaridad. Bravo.) Ni un punto y aparte he puesto.

Ale, pues ya lo he puesto. Y muy mal puesto, porque no cambio de tema, nunca lo hago. No es que un día de repente me vaya a poner a escribir sobre los elefantes de la sabana africana o sobre las aves migratorias, o los insectos tropicales, o la sierra de Albarracín, qué va. Soy monotema: Yo. Mis múltiples yo(s). Y todas aquellas personas que los vuelven locos a todos ellos. ¡Pobres yo(s)!

Una vez dije que me encantaba escribir tanto, y tan denso, así nadie lee. Me valgo yo, nos valemos yo(s) para leernos. Uy, estoy empezando a no saber cómo tratarme si en primera persona del singular, del plural, en tercera persona... ¡Madre mía es que ya te lo he dicho, que por las noches se me va de las manos...! Ya no sé ni lo que escribo. (¿Cuántas veces habré escrito esa frase sabiendo perfectamente que la escribía y lo que escribía al escribirla? ¡Qué paradojas!) Y sigues pensando algunas veces que te olvido.



Buona notte, principessa. ;)

1 comentario:

  1. Yo te leo, por densa que seas. Cúrate de verdad, anda, que de esta enfermedad no te mueres, pero sí te mata.

    ResponderEliminar