9 dic 2012

No quiero.

Bruma y más bruma. 
Como nunca. 
Como siempre.


Escupir letras envueltas en lágrimas es una de esas cosas que necesito hacer de vez en cuando, 
pero el problema viene cuando los sentimientos no saben convertirse en palabras. 
Sólo oraciones inconexas salen de mi sesera. Sin más.

Es extraordinariamente horrible que tenga tantas historias juntas dentro de mí, 
que eche tanto de menos, 
que eche tanto de más. 
Es increíble lo libre y reprimida que soy al mismo tiempo. 
No quiero, no quiero, no quiero. 
No puedo con más piedras en la mochila. 
No quiero recoger gamusinos. 
Que no, que no. 
Ni quiero beber la sal de mis ojos. 
No quiero esperar esperando, 
ni quiero morirme de sueño(s). 
No quiero lanzarme al vacío de nada. 
No quiero soledad, ni quiero compañía. 
No quiero nada. 
Nada. 
Que no. 
No quiero volver al pasado 
ni mirar al futuro. 

Quiero vivir, vivir, vivir. 

No quiero pensar tanto,
ni hablar tanto.
Quiero besar más, acariciar más, abrazar más.
Quiero cariño, cariño y ya.
Pero es importante saber de quién lo quieres, ¿sabes?
Ya, ya, ya.

Cierto es, y claro está que nada es claro ni lo está, claro.





Gran problema el de la bruma, 
que atormenta mis espectros 
con histerias desquiciadas 
que no sienten, ni piensan 
ni quieren querer, ni nada.




20 nov 2012

Pu-pum.

A veces me pregunto cómo habría sido yo si no hubiese sido yo. Cómo sería si tuviese otros hombros, otro cuello, otros brazos y otras piernas; unos pies que no fueran planos, una espalda recta, un hiato sin hernia y un pulso firme; uñas duras, dedos finos y no porretas; tobillos sanos y unos muslos que no se unieran; nariz chata, ojos grandes, pestañas largas, orejas pequeñas y bien pegadas; dientes blancos y bien colocados, encías sanas; pelo liso como una tabla y largo hasta la cintura de un negro azulado que brillase diferente con el sol de la mañana y con el de la tarde. Cómo habría sido yo con un cerebro más corriente, con unas neuronas más prácticas, un seso más de ciencias, más cuadriculado y más inteligente, claro. 


Me pregunto si yo seguiría siendo yo si no lo fuera. 


Me pregunto si podría sentir las palabras como lo hago, me pregunto si me preguntaría lo que me estoy preguntando si yo no fuera yo y fuese otra distinta. ¿Es que acaso sería más feliz si fuera otra persona? El caso es que lo dudo, pues aunque me cambiasen los hombros, el cuello, los brazos y las piernas, los pies, la espalda recta, el hiato, el pulso, las uñas y las porretas, los tobillos, los muslos, la nariz, las pestañas y las orejas, los dientes y las encías, el pelo brillante, o incluso el cerebro, las neuronas o el seso, seguiría latiendo este yo tan puro, tan mío, desde tan dentro, tan estúpido y tan oxidado, tan dúctil y maleable, tan capaz, tan dolido, tan claro y oscurecido, tan volátil, tan soluble... 


Pu-pum, pu-pum, pu-pum.


No me cabe la menor duda: 
Seguiría latiendo.

5 nov 2012

Licuación.

Fluir. Me encantan los días grises sólo y exclusivamente porque me duelen los días grises. Se me había olvidado lo que era llorar sin tener un motivo: llorar por llorar. Llorar sólo porque las lágrimas no aguantan más tiempo dentro, necesitan oxígeno. Al fin y al cabo, las lágrimas son agua y el agua está oxigenada, claro. Tengo un nudo y no acierto a encontrar el motivo por el cual no quiere irse, y baja de la garganta al estómago creando a su vez un millón de nudos más dentro del alma.






A veces me siento estúpida. Y esa es una palabra muy dramática y peliculera ("Qué estúpida eres Rose")Pero es que creo que siempre he sido un poco peliculera y tanto o más dramática.






Estas veces en las que me siento tan libre que sólo estoy presa en mí misma, y soy yo quien me impido vivir como querría hacerlo. Es inútil pensar que con cuatro lágrimas voy a cambiar algo, pero es que la lluvia me ha borrado las ideas, es demasiada agua junta. Lágrimas, gotas de lluvia, alcohol. Paso de líquido a sólido y después me evaporo como se evaporan los días, los meses, los años. Y ya casi vuelve a ser nuestro No-Aniversario. Y es que Noviembre duele, y no solo por las hojas cayendo y por las tardes de domingo perdidas entre mantas y grandes dramas de hoy y de siempre. Duele porque fue dulce en algún tiempo. Duele porque pronto acaba y amanece Diciembre. Y después se acaba el mundo en principio, y si no pues "¡Buenos días Enero!" y así sucesivamente hasta que Febrero de paso a mis veintitrés primaveras y las aguas mil a un Mayo florido y hermoso, éste a un Junio que se cambiará de letra y de nuevo estaremos en la playa, después Septiembre llegará con sus Lunes de Octubre y sin darme cuenta será de nuevo Noviembre, y quizá con un pasito más, termine de no dolerme. 


 Fluir, a eso me limito. Fluyo como una partícula de aire que se solidifica y que después pasa a ser líquido de ron, de gotas de lluvia o sólo líquido lacrimal del ojo de cualquier absurda romántica que odia los días grises precisamente porque adora los días grises.

29 oct 2012

no quiero no estar a tu lado

Vuelve a ser lo que jamás cesó. Lo que no debió detenerse. Lo que no debimos romper. La dureza de lo frágil. Maquillar cicatrices con besos. Sentir cada uno de tus poros en un abrazo diferente cada vez. Ensamblé dos esencias de grafeno para emborracharme de tu olor todos los instantes, compro con millones tus miradas. Me regalo a tu posesiva conciencia y destruyo mi alma en un quejido para renacer dentro de ti. Envolvamos con cuidado y en silencio y a ciegas, el prodigio de lo que siempre tuvimos. Desgarremos la superficie para aprovecharnos de nuevo. Araño sin darme cuenta tu voz por sílabas, disfruto de tu pelo entre mis dedos y respiro tus pestañas antes de que parpadees. No daré tiempo al tiempo, pues es mío, es tuyo, es nuestro.

Concibo mi vida sin ti. No concibo plenitud ni felicidad completa ni a..  

26 oct 2012

Fugarme conmigo.


Esa tierra donde playa, cielo y monte
se unen en una simbiosis
del verde más verde,
donde más puro corre el aire,
donde brillan más las estrellas.

Allá donde los árboles se mecen
al son de tristes baladas otoñales,
y se estremecen con el silencio
de una noche de invierno fría.

El lugar en el que los sueños
corren a sus anchas,
ondean entre matorrales de espino,
entre oscuros cipreses
y laberintos de enredadera.

Es ese mundo aparte
en el que imaginar es vivir
y también viceversa.


Me gusta soñar(me) allí.
Lejos.
Conmigo.

Anochece

Es el crepúsculo la hora propia del escritor romántico. 
Es la oscura noche donde se refugia 
y dormita entre la bruma de sus pensamientos. 
Descansa de su incompleta vida mientras se sumerge 
en sus propias letras unidas por el zumbido de unos sentimientos 
que ya no saben si sienten, piensan, quieren o desean. 
Es la oscuridad lo que más teme y a su vez lo que más adora y venera. 


Todo es culpa del miedo. 


Grita. 
Llora. 
Patalea. 

Y entre balbuceos se queja. 

Se queja. 
Se queja. 


Quiere escapar, 
pero no se deja. 

No se deja.








9 oct 2012

Soy yoS.

De una gran sabia he aprendido algo hoy. Algo de lo que jamás me había dado cuenta, y que es tan genialmente perfecto que necesitaba contarlo donde fuera.

"Soy", primera persona del singular del presente de indicativo del verbo "ser", no es nada más y nada menos que un anagrama de "Yos"... Es tan simple y tan perfecto que no me había percatado. Soy = yoS. ¿Qué os parece? Esta relación está hecha especialmente para mí, pues no conozco persona, animal o cosa que sea más "yos" que yo misma. Pero ¿qué yo de todos es el que está tecleando estas cosas sin sentido? Es ese yo que sigue fundido en una niebla densa y fría, en una jauría de expectativas y sentimientos, en una nebulosa de canciones, rimas, pesares, y deseos. Es ese yo que no se siente a sí mismo el que escribe. Ese yo que no es tan yo como otros yos. Ese que no se conoce, ese yo que no quiere ser yo. Ese que yo no quiero y que al mismo tiempo amo, adoro y venero. Es la locura personificada. Es querer ser y no serlo. Ese yo no es más que el yo más mío, más extraño y perturbado. El que está al timón en este caso no es el yo majo, el yo risueño, el yo escandaloso y melodramático. Ese no es, no es este yo. Sino otros, otros que no son yo, y yo soy al mismo tiempo porque yo SOY todos esos YOS y ninguno a la vez. Es tan simple que es complicado. Todo se puede reducir al absurdo, y este terrible desdoblamiento de personalidades no iba a ser menos. SOY absurda, siempre lo he sabido, todos los YOS lo somos. Lo soy, digo.


Quiero saber si de verdad me disgusta o me gusta este estado de enajenación física y mental que me tiene abstraída del mundo. No sé cómo descubrirlo porque a veces lo odio tanto que lo amo con locura, y no puedo dejar de sumergirme en nuevos pensamientos alienados y ajenos a mi incumbencia por completo. Son pensamientos sin orden ni cuidado ni sentido ni significado. Son solo porciones pequeñas de un todo que no soy capaz de divisar. No sé si necesito ayuda profesional, si este tipo de locura se trata, pero por si acaso, sigo disfrutando de todo lo visible y lo invisible (como el libro aquel). Disfruto de mis incoherencias, paranoias y rarezas una por una, y me pregunto si hay alguien que me siga el ritmo en cuanto a demencia se refiere...

5 oct 2012

Nebulosa...

Llevo varios días en standby. No entiendo muy bien por qué ni tampoco sé cómo salir de este estado de neblinosa abstracción absurda. Me siento indefinida. Es raro. No siento mi piel, mis manos, mis órganos latentes, mis músculos, no siento nada. Soy una especie de ente incorpóreo y etéreo sumergido en un océano de células concretas. Es paradójico, es extraña y perfectamente paradójico. Paradójicamente perfecto. Soy concretamente abstracta. Y así soy capaz de divisar entre esa absurda nebulosa cada uno de los micropensamientos que conforman mi persona.

Hoy he corroborado mi teoría de los contrarios. La felicidad no existiría sin la tristeza, el amor sin el odio, los listos sin los tontos, la soledad sin la compañía, ni lo concreto sin lo abstracto. Eso está tan claro como que yo soy todo eso a la vez y que dentro de mí las posibilidades se multiplican por mil. Me siento triste cuando soy feliz, odio fervientemente amar de tal manera, me siento tonta cuando pienso demasiado, cuanta más gente hay a mi alrededor más sola está mi alma, y cuando me miro veo concretamente un ser abstracto. Asi es. Todo eso se mezcla en mi interior, y enemil cosas más que soy incapaz de plasmar con palabras...

¿Alguien que se ofrezca a aportarme un poco de luz en esta niebla densa que me encharca las ideas?
No, claro que no. ¿quién en su sano juicio iba a hacerlo?

20 sept 2012

¡Tururú!

Ayer tomé una decisión y hoy la corroboro y la comparto con vosotras:

Se acabó lo de sentir. Llega a mi vida una etapa en la que quien manda no será mi estúpido corazón que siempre elige fatal, sino mi chichi. Así de vulgar, soez y obsceno. A partir de ahora soy más hombre que nunca, y pensaré según mis apetencias sexuales y no las sentimentales, que llevo demasiados años haciéndolo, y jamás ha dado resultado. Y punto.

Me he aburrido de sentir tanto, es agotador a la par que inútil. 

Ha pasado nada más y nada menos que un año, doce meses, trescientos sesenta y cinco días, con sus respectivas horas, minutos y segundos. Ha pasado todo ese tiempo. El verano dio paso al otoño, éste al invierno, después primavera y de nuevo verano. Ya terminó todo, y ya no puedo permitirme volver a llorar por esto. Ya se acabó. Ya he asumido que la vida son etapas. Y que si las cosas son así es porque tienen que serlo por alguna razón que un día descubriré...


12 sept 2012

Malas noches...

El fatídico día 12 de Septiembre ha llegado a su fin, tal y como esperaba, con lágrimas en los ojos y sin poderme quitar ese nudo que sube desde mi estómago hasta la garganta, baja de nuevo por los intestinos y se entrelaza con venas y arterias creando una maraña de sentimientos que no me dejan respirar.

Hoy he hecho uno de los exámenes para los que más presión había sentido en mi vida, como si fuera de vida o muerte, y ha sido nefasto no, lo siguiente. Y podría decir que la profesora es una hija de puta, o que me cago en la familia de Rajoy por subir las tasas, pero aquí la única culpable de mis problemas soy yo, y sólo yo. Porque yo decidí poner mi vida entera al servicio de una persona que no dudó en desecharla en cuanto vio lo poco que merecía la pena, porque yo y sólo yo decidí perder cursos, años de mi vida por razones que en una cabeza humana no cabrían. Y ahora es tarde... Y puede que suene raro viniendo de una persona de 22 años, pero a mí se me ha hecho tarde, es tarde para todo. Siento que lo que mejor sé hacer es perder el tiempo, y ese día en el que me arrepiento de ello ya ha llegado, y es hoy. Ahora ya es tarde, porque tendré que perder otros cuantos años más en rehacer lo que deshice malamente. Ya no hay vuelta atrás, eso es cierto, no la hay, ojalá la hubiera o hubiese, ojalá pudiera cambiar mi vida desde 2008. La cambiaría entera, desharía todas las cosas que no he parado de hacer mal con los ojos cerrados. Ojalá pudiera poner los pies en la tierra mucho antes de ahora. Ojalá.

¿Y mañana qué? Pues a lo mejor mañana veo las cosas de otro color, o quizá ponga el piloto automático a mi sonrisa y actúe con total normalidad, cuando está bien claro que este jodido nudo no se me quita de ninguna de las maneras.

Y claro, todo esto lo juntamos a las fechas que son, y a que dentro de una semana hará un año que me dejé un trozo de mí perdido en una calle de la ciudad imperial. No, no son buenas fechas. Y cuando todo se junta, se me hace una pelota enorme que me quita la capacidad de pensar y sentir en positivo. No puedo. Estoy cansada. Estoy agotada de tener esta maldita presión que no me deja vivir y que a veces ni siquiera entiendo por qué está ahí, otras lo achaco a lo primero que encuentro, y otras me digo a mi misma que ya pasará, que siempre termina pasando. Pero al final siempre se queda. Creo que esto es algo que vendrá conmigo hasta que mi cuerpo quiera quedarse en este cochino mundo.

Hoy también he tenido cosas gratificantes. He tenido tres abrazos que me han devuelto a la vida. Uno de Ms B.T, que lo necesitaba como respirar, más incluso que comer (y eso es decir mucho en mí...), otro de mi querida Reb, y otro tuyo, el más largo. Sólo tú sabes abrazarme de esa manera tan... tuya. Gracias, gracias, gracias.

Lo que pasa ahora es que quiero más, que necesito cariño, necesito sentirme querida, necesito dormir abrazada a un cuerpo caliente, latente, no soporto más dormir sola, tan sola. Lo siento por las tres, y por vuestros abrazos, pero me quedo con hambre. Noto que me falta un trozo más, me falta  un peldaño que en estos momentos de histeria, de desasosiego mezclado con rabia, necesito subir para calmarme. Así que por ahora, seguiré segregando líquido por mis lacrimales hasta que me canse de sentir y decida empezar a soñar.

Sí, soy débil, quizá no debería derrumbarme con tanta facilidad, pero yo no pedí ser así, simplemente nací.




10 sept 2012

¡Buenos días!

Hoy amaneció pronto pero yo no me percaté hasta las diez de la mañana. Después he hecho varios intentos de estudio pero en casa por todas es sabido que no me cunde nada. Después de una sesión de belleza a cargo de doña Isabel María Gómez Rodríguez parezco de nuevo una mujer, o un intento al menos. Cejas, labio superior, limpieza de cutis (con masaje facial y mascarilla incluidos) y como nueva. 

Ahora, con Russian Red de fondo, y su Loving Strangers, me he decidido a escribir una nueva página de este diario improvisado que pensaba que carecía totalmente de futuro, y mira tú que al final me estoy enganchando. 

Este finde ha sido ajetreado, el último antes de los exámenes y me lo he pasado como si no tuviera o tuviese que estudiar en ningún momento. El viernes charanga en Yuncos, el sábado día de fútbol y tinto hasta las tantas de la noche, y el domingo, claro, ¿cómo iba a poder estudiar con tanto cansancio en mi body? Digamos que utilicé el domingo para gastar la batería de mi móvil hablando contigo. Todo para que no te aburras y se te hagan los días de curro más llevaderos. No puedes tener ningún tipo de queja ¿eh? 

Dios mío ¡qué agobio de mascarilla! Me siento como Carmen Lomana ("A la parrilla... Cómo me gusta...") sin poder abrir la boca ni mover un sólo músculo de mi cara. 


Ayer me di cuenta, por cierto, de lo mucho que me apetece viajar, volar en avión, o aunque sea en coche, o a autobús... Quiero conocer nuevos lugares. Creo que mi vida está a medio gas precisamente porque hace demasiado tiempo que no hago un viaje. ¡Maldito dinero! Ms B.T. este viernes echamos una lotería sin falta, y cuando nos toque, nos fugaremos para intercambiarnos los nombres y llevar a cabo nuestro plan de dominar el mundo. ¿Te parece? 

¡Buenos días Lunes!


6 sept 2012

Diario, Diario, Diario...

Han pasado muchas cosas desde que no te escribo, pero como esto no es un diario real, no pienso contártelas todas.

Ayer te escribí, no sé si te acuerdas, y después lo borré, e incluso te cerré al público, Diario, fui egoísta, y te quería sólo para mí. Yo y mis revelaciones... Total, que más tarde o más temprano me di cuenta de que tú naciste por mí, querido, pero que no existes sólo para mí. No puedes existir sólo para mí, porque prácticamente nunca escribo para mí, de hecho creo que jamás he escrito para mí. Y es que ayer le dije a ella (hoy te toca ser 3ª), que es mi segunda persona del singular favorita. Y es que todos mis tús, son ella. Porque a ella le gusta leerme, y a mí (aunque lo niegue) me encanta que me lea. Y eso es otra de esas cosas que no creo que cambie nunca.



¡Ay, Diario! Ayer volvimos a odiarnos un poco, como las otras veces, pero somos incapaces de desunirnos, aunque no nos entendamos, aunque nos planteemos nuestra absurda relación cada día de nuestra vida, aunque seamos autodestructivas y todo el mundo lo sepa... Al final terminamos volviendo a unirnos como polos opuestos de dos imanes tan distintos... "Como los trozos metálicos se adhieren al imán..." Somos tan diferentes, que al final somos exactamente iguales, y nos molestan las mismas cosas de siempre de la una y de la otra, y no lo podemos evitar, aunque hay otras muchas cosas que no podemos evitar Diario, y eso es lo que nos mantiene pegaditas "Como dos cucharas juntas que se atreven a encajar..."



Y bueno, a parte de eso, es mi cuarto día sin humos, y estoy sufriendo más de lo que esperaba. Hay momentos en los que me es más necesario que otra cosa. Y más porque no dejo de fumar por mí, ni por mi salud. Sé que moriré joven, así que eso no me preocupa. Dejo de fumar porque no me lo puedo permitir, y sobre todo, porque quiero superarme a mí misma futbolísticamente, porque quiero ser mejor, porque creo que aunque ya sea viejita, puedo seguir creciendo, y eso implica no morir en la segunda carrera.

Y después de contarte todo esto, voy a seguir con Cárcel de Amor, con el desequilibrado de Leriano y su locura de amor, no sé a quién me recuerda ese "enamorado literario" en estado puro...

¡¡Buenos días!!

"Quiero creer que alguna vez fui capaz de transfigurar tu miedo en calma... Quiero trazar constelaciones uniendo cada lunar en tu espalda... Quiero bailar nuestro último vals... Que todos nos vean bailar..."

31 ago 2012

¿Diario?

Sí, aquí estoy de nuevo. No preocuparse que en el fondo todas sabíamos que iba a volver, incluso tú, diario. 

Total, que hoy me he despertado sin ningún tipo de ganas de estudiar, pero aún así me he armado de valor y he emprendido mi camino a la biblioteca de Ugena. El destino no quería que estudiase esta mañana, porque me ha dado con la puerta (de la biblio) en las narices. 


Cambiando radicalmente de tema, anoche soñé un montón de cosas extrañas, las personas se convertían en otras y a mí me parecía la cosa más normal del mundo. Claro, los sueños, sueños son. Y claro, entre tanta algarabía de sueños inconexos e inexplicables, vaya usted a saber cuáles de ellos son supuestas realizaciones de deseos, y cuáles son sueños sin más ni menos, sin significado, ni sentido, ni sensibilidad ni hostias ni nada.



Cambio de nuevo, ahora os voy a contar una historia que me ha pasado y es súper graciosa: Conocí a una chica y después de bobear durante X tiempo descubro que tiene novia. Ésto no sería tan gracioso sin mis antecedentes que ya sabéis. Creo que tengo algo especial para la gente con pareja... ¿Eso puede ocurrir? Que sea más atractiva para ell@s... ¿Quién sabe? El caso, que la verdad es que esta historia no pasa de ser graciosa, porque pese a lo que pueda mi público pensar, teniendo en cuenta lo pirada que estoy, no, ni estoy mal, ni pretendo estarlo. Me parece que ya me he acostumbrado a que la historia sea así, y ni me molesta. Ya vendrá algo mejor, y si no, ¿qué más da? La verdad es que por primera vez me siento más o menos a gusto así, aunque mi angustia y desasosiego ante la soledad a veces renazca de sus cenizas y me vuelva loca en días grises... Hoy puedo decir que ya sea por la teoría de las cuatro estaciones o porque el tiempo todo lo-cura, pero yo ya estoy bien así. Lloro menos, no menos veces sino menos cantidad, que me parece más importante. Si suelto un par de lagrimillas en ciertos momentos, no es tan malo como si me da un sofocón de horas y horas lloriqueando. Aunque ocurra más de vez en cuando. 

La verdad es que últimamente tengo otras cosas en la cabeza, y mi preocupación no se basa en que nadie me quiere y soy una desgraciada... Creo que estoy creciendo. Supongo que la edad del pavo la llegado demasiado lejos en mí, ya era hora de pasar una página en mi vida y aprender a llevar las cosas con más filosofía. 

Y en cuanto a ti... Aquí tienes tu actualización... No me pediste que fuera buena, sólo que "renovara". Así que espero que dentro de lo malo, por lo menos no te produzca "cero grados, ni frío ni calor", porque entonces será cuando haga mi diario privado y te restringiré la entrada a ti y a tus cero grados. ¿Puedo decirte una cosa así en plan espontánea y sincera? Te echo un montonazo de menos. =)

18 ago 2012

¡Hola, Diario!

Hoy he buscado Ciclotimia en el diccionario y ha aparecido una foto mía. Casi me da un infarto. Después lo he entendido todo. ¿Qué definición podría ser mejor que un claro ejemplo de esa enfermedad? A esa conclusión llego en días como hoy. Padezco Ciclotimia en un grado superlativo.

Hoy también he estado mirando mi fotolog, mi antigua casa. Allí estaba yo, me he visto tecleando exactamente igual que ahora. Y es que si hay algo que no cambia en mi vida es esto: las letras. Ellas son mis mejores confidentes, mis más mejores amigas. Ellas sí que me entienden. Letras. En días como hoy en los que digo y hago cosas que se escapan completamente a la razón, me odio (si cabe) un poquito más. Y supongo que algún día terminarás cansándote de mis neuras... Con razón. Pero ahora es cuando más necesito que me entiendas. Sé que es difícil comprender a una persona tan enrevesadamente tarada como yo, pero necesito que lo intentes. Hoy, como ya te he dicho, es uno de esos días en los que esa necesidad imperiosa de compañía humana se me hace más insoportable de lo normal. Me arde la vida. Debo latir a no sé cuántas mil revoluciones. Todo quema. Y lo siento, de verdad que lo siento.

Hoy también he escuchado música. También he comido gazpacho. De postre: queso. También he fumado. Hoy he reído. También le he enseñado a Ms BT El mundo amarillo, y no le ha gustado. A mí tampoco me gusta, hay ciertas dudas que no me resuelve, pero yo tengo mi propia respuesta. También he regado. He echado la comida a las gallinas, y al perro. He intentado recoger los huevos (aunque casi muero picoteada). ¡Hoy también he estudiado! ¡Varias horas! Además de todo eso, he llorado. He llorado tal cantidad de lágrimas que podría haber llenado un bote entero como tantos hemos llenado ya de mierda. También hoy he sentido, pero eso suelo hacerlo siempre. Hoy la he cagado. También he pasado calor, y frío. He gastado un rollo de papel en mocos. Me he empastillado. He hablado demasiado. Hoy he llorado, ¿he dicho ya que he llorado? Pues sí, he llorado.

¡Madre mía! Todas las cosas que he hecho hoy, y sólo veo mi día sumido en lágrimas. Lo sé, eso dice mucho de mí, y de mi pesimismo.



Hola, soy Gilipollas ¿en qué puedo joderle?

17 ago 2012

Las cosas no se superan.




Hoy le he dicho a Miss BT que cuando mejores cosas he escrito ha sido cuando he manchado el teclado de lágrimas. Este no es el caso, así que podéis parar de leer aquí. No esperéis nada bueno. No estoy llorando.


Y después de este aviso, procedo a contar mi historia. Érase que se era, una chiquilla que un día reflexionó sobre su vida, y llegó a la siguiente conclusión: "Las cosas no se superan."





¿Por qué?




"Muy sencillo. Si te ocurre un suceso A, extra doloroso a la par que jurásico, a ti te duele, y tú lloras. ¿No? Y cada vez que lo recuerdas, vuelves a llorar. ¿Hasta ahí bien? Bueno, pues el problema es que al principio lo recuerdas cada segundo de tu vida, después cada minuto, seguidamente cada hora, a continuación cada día, y luego cada semana, cada mes, dos meses, cada seis, cada año... Pero cada vez que tu mente revive el momento, con lágrimas que mojan o de las que van por dentro, vuelves a llorar. Sientes. Entonces es cuando tú te dices a ti y a la gente que lo has superado, pero simplemente tu mente ha sido capaz de dejarlo relegado a un segundo plano. Un segundo plano que duele cada vez menos si otros sentimientos crecen encima. Si encima no hay sentimientos, aquello se vuelve ampolla y supura cada cierto tiempo. Y mientras los días van pasando, tu alma se va cerrando, se vuelve huraña y no quiere sentir nunca más. Se convence de que jamás encontrarás a nadie que te quiera del mismo modo, y te convence a ti también. ¡Maldita alma! ¿Quién se ha creído para sumir a tu persona en ese horrible ahogo de soledad? Es eso lo único que sientes cuando los días pasan y la historia sigue los derroteros de siempre: un fracaso tras otro. Simplemente soledad"

Todo esto ha sacado como conclusión (creo que algunas cosas más), y sólo le han hecho falta unos cuantos estupefacientes, y una oreja amiga que la ha sabido escuchar.

Y esta es la historia de una chiquilla que siempre ha querido volar, y que espera cada día, inmersa en su soledad, que alguien le invite a hacerlo.

¿Volamos?

14 ago 2012

Querido Diario:


Me ha venido especialmente bien este cambio de aires. Aunque la humedad de la costa me saturaba las ideas, y no me dejaba alisarme el pelo en paz, he de admitir que ha sido un break que necesitaba, que venía necesitando desde hace mucho tiempo. De los mejores momentos: brindar con el mar por las estrellas. Cuántas ganas tenía de hacerlo. Tomar el sol a la luz de la luna. Sentarme en la orilla y embadurnar mis piernas con churritos de arena. Hacer la croqueta ola arriba, ola abajo. Quitarme el bikini allá lejos y sentir el mar en todo mi cuerpo. Odiar esa pegajosidad tan pegajosa de arena y sal. Hacer locuras. Beber ron mientras cocino. Hablar media hora por teléfono con una desconocida. Saltar las olas. Hacer records mundiales de palas. Voleybolear. Quedarme con las ganas. Dejarme llevar, dejar la vida correr una vez más, sin más. Comer paella con las olas de fondo y un brillante My heart will go on al saxo. Sentarme en el faro y ver la luna brillar sobre el mar. Aprender muchas cosas de mí que ya sabía.

Todas esas cosas y muchas otras más son las causantes de que sea como sea, con quien sea y cuando sea, Guardamar no deja de sorprenderme y de darme grandes historias. Cada año diferente, cada día diferente.

No preocuparse, que volveré. Y seguro que pronto. Por hoy suficiente.

28 jun 2012

Dear Diary...

¿Y si empiezo a escribir un diario? Sé que lo dejaría a los dos días, como todo. Y que volvería a los meses diciendo "Querido Diario, sé que hace mucho tiempo que no te escribo pero..." Por eso en vez de abrir un libro vacío y empezarlo, pues escribo aquí, que al fin y al cabo para eso es un blog.

Hoy ha sido un absurdo día más. Son las 17.11 de la tarde y lo único que he hecho en todo el día es hacer la comida, comer, y pasarme un juego del móvil. Y ya. Me he dado cuenta de que cada vez utilizo menos parte de mi cerebro. Lejos de evolucionar, yo involuciono. Qué triste. Me he dado cuenta de que me siento vacía. Ya casi no me duelen las cosas, sólo estoy vacía, estoy como en otro mundo. Sin ganas. Y encima este calor que me derrite las neuronas... Pues eso, que he hecho un pollo con champiñones y cebollita para chuparse los dedos. Eso sí que se me da bien, cocinar, pero sobre todo comer lo cocinado. Creo que por eso soy tan buena cocinera, porque soy mejor comedora, y claro, prefiero comer cosas ricas. Es una cadena. Si p entonces q. Lógica aplastante.




Y ahora la tele de fondo y el ordenador, las teclas, y yo, intentando "escribir un diario". Y ahora que lo dices, me pregunto a mí misma ¿Estás donde querías? Pues no, claro que no. Pero eso lo llevo intrínseco. Quizá me equivoqué con muchas, con demasiadas decisiones en mi vida. Y preguntarme si estoy donde quería es tan absurdo como incoherente. Primeramente porque nunca quise estar en ningún sitio, siempre fui de dejar la vida correr, por donde ella misma quisiera, sin ponerle trabas ni cambiar el rumbo. Siempre lo dejo correr. Y quizá ese es mi gran fallo. Dejo la vida fluir como el que vierte una garrafa de agua y en vez de levantarla ipso facto, la mira, deja el agua caer lentamente hacia el sumidero sin plantearse si quiera aprovecharla. A veces me planteo si estoy aprovechando mi vida como quiero hacerme creer cada vez que digo eso de "yo prefiero vivir que ser la más empollona del cementerio"... ¿Vivir? ¿A qué me refiero exactamente con "vivir"? ¿A "salir, beber, el rollo de siempre"? ¿Qué es para mí vivir? Por lo visto vivir es desaprovechar mi tiempo con cosas que no hacen evolucionar a mi persona. Para mí vivir no es forjarme un futuro, pues es probable que no lo tenga (siempre he pensado que moriré joven). Para mí vivir es una sensación compuesta a su vez de pequeñas sensaciones, detalles. Sentirme viva es tener el corazón latiendo a velocidades insospechadas por un penalti, por una película, por un beso en los labios. Para mí vivir es latir, sin duda alguna. Sin latidos, sin palpitaciones, sin sentimientos de cualquier tipo, yo no podría mantenerme en pie. A mí no me vale una vida responsable. Necesito complejidad, necesito una vida caótica, sin sentido, pero con sentimiento. Para vivir sólo necesito vivir, vivir, vivir. Necesito un escalofrío propiciado por una caricia de alguien especial, necesito un roce de labios, una palmadita, una mirada, un olor, un sabor a aire fresco, nuevo. Necesito sentir para seguir viva, por eso noto cómo me apago por momentos... Por eso sé que me mantengo a base de pequeños destellos en ciertos momentos, y así sobrevivo. Así llevo nueve meses sobreviviendo.

Dios mío qué párrafo tan denso, no quiero ni releerlo, porque me pongo a borrar y me quedo sola. ¿Cómo me puedo ir por los cerros de Úbeda tan fácilmente? ¿Tan cambiante soy?

El caso es que apagué la tele hace un rato, y ahora supongo que me vestiré, me quitaré el esmalte de uñas que tengo ya más que desgastado, y me las pintaré de un color nuevo, y cuanto más fosforito, mejor. Que se me vea. Que por lo menos por fuera, parezca que estoy más viva que nunca. Todo son apariencias...

Ah, querido diario, quizá mañana no te escriba, ni tampoco pasado, te lo digo para que no te asustes, y no tenga que pedirte perdón por tardar tanto cuando vuelva.


27 jun 2012

Amarillas, por ejemplo.

Y aquí estoy de nuevo. La verdad es que no sé por qué me apetece escribir, pero sé que me apetece. Siento las palabras en mi cabeza como una jauría que necesita ponerse en orden.

Acabo de escribir y borrar dos párrafos completamente diferentes entre ellos. He borrado porque no me gusta lo que leo. No me gusta leerme tan simple. Necesito más complejidad en mi vida. Todo se ha vuelto monótono para mí. Mis preocupaciones son universidad, dinero, amigas, fútbol. Y ya. Un círculo vicioso que no tiene salida por ninguna parte. Tú eras mi salida. Tú, sí, tú, no te hagas la sueca. Llevo tantos años escribiendo para ti que ya no debería asustarte sentirte identificada con estos "tús". Tú eres una especie de oasis en mi vida, porque no tienes nada que ver con el resto. Por esa unión que ya te dije. Pero vamos al tema de los amarillos...



Me explico: he(mos) leído un libro en el cual se describe un nuevo tipo de relación, que se encuentra más o menos a caballo entre la amistad y algo más. Y después de leerlo, asumirlo, interiorizarlo, he sacado una definición propia de lo que es un amarillo: . Y cuanto más lo pienso, más lo sé. Aunque me ponga triste que no sea recíproco, aunque el libro diga que es necesaria esa reciprocidad. ME DA IGUAL. Yo he sacado mis propias conclusiones (a eso me habéis enseñado Albert y tú), y concluyo que no necesito serlo para ti, sólo necesito que sigas siendolo para mí. Pues aunque el libro diga que los amarillos pueden durar horas, semanas, o años. Yo quiero que este amarillo me tiña de por vida.  Yo quiero seguir teniéndote tan cerca y tan lejos a la vez, como siempre. Yo quiero.

Y no creas que no me duele que tengas todas esas cosas contra mí... Que creas que ya no hay nada de lo que te gustaba de mí, o que quizá te lo inventaste y nunca existió. No sabes lo que quema leerte decir eso. Tú nunca has cambiado para mí, yo siempre te he defendido por encima de todo el mundo y por encima de mí misma, incluso cuando has hecho cosas mal. Y créeme que las has hecho, aquí no se libra ni dios. Me duele, me duele, me duele que pienses ciertas cosas de mí que sé que piensas, me duele. Y quizá es que siempre te he tenido en un pedestal que no mereces, pero te repito que siempre me ha dado igual, porque siempre has tenido un imán para mis sentimientos. Y lo he intentado evitar de varias maneras, pero como solía decir hace siglos, si algo es inevitable, es que no se puede evitar.

Es tan simple como que llegó un momento en el que me conformé. Tú para mí no es que te intensificaras a naranja, es que fuiste rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y morado. Fuiste de todos los colores (los del arco iris, claro), fuiste mi puerta, mi inicio y mi fin. Fuiste lo más fuerte que he sentido nunca, lo más intenso, lo más desesperante, doloroso, a la par que emocionante, dulce, y especial que he vivido nunca. Fuiste todo. Te intensificaste de tal manera que aunque después lo he intentado con todas mis fuerzas, nunca he podido volver a considerarte amiga. Es demasiado poco. Pero sé que no puedo decir que siga estando enamorada de ti, porque sé que tú no eres mi persona, aunque durante algún (demasiado) tiempo me empeñé en creerlo, tú eres y siempre has sido su persona, y eso me excluye por completo. Siempre fue así, y no sé por qué (y cada día me lo sigo preguntando) me empeñé tanto en intentar cambiarlo. El tiempo te dio la razón, y no a mí, que ilusa pensaba que quizá en un futuro cuando... No. Tú tenías razón. Las cosas no han cambiado para ti, y sin embargo mi vida dio un giro tan enorme que no he sabido estabilizarme aún. Y ya han pasado nueve meses.

Ahora pienso que ella sí que era mi persona, pero lo más probable es que me equivoque de nuevo. Y quizá es que yo no tengo persona, pero estoy obstinada en tenerla, y por eso me duele tanto la vida.

Lo que sé ahora mismo, es que me gusta nuestra relación, del tipo que sea, no necesito ponerle un nombre, aunque lo de amarillas sea gracioso. Ya te lo he dicho por activa y por pasiva, me gustamos, no tiene más.
Aunque a veces sueñe que tú eres rata y yo soy loro, hace demasiado tiempo que me conformé.

(No sé si leerás esto, ni cuándo, pero que sepas que esto no sustituye la conversación pendiente, sólo era algo que necesitaba escribir...)

6 jun 2012

Pues eso, "a lo que salga."

Y después de más de un mes, aquí estoy. No me he ido. ¿Cómo iba a hacerlo? De ninguna manera, claro. El caso es que yo también me pregunto por qué hace tanto que no le doy a las teclas. Y no es que no escriba, que lo hago, pero lo hago en papel, como antaño, cuando yo y sólo yo podía leerme. He vuelto. El día antes del examen más importante del cuatrimestre, he vuelto. La noche antes de un examen que bien es sabido que aun siendo la asignatura más placentera para mí de toda la carrera, será una catastrófica hecatombe, como todo.

Hoy voy a ser como Unamuno, y voy a escribir "a lo que salga". Como si quiere salir por mis manos mi indignación con la Universidad. Que aunque no queramos verlo, no sólo no ha evolucionado desde los tiempos del gran Ortega, sino que además, hemos ido hacia atrás como los cangrejos. ¡Quién pudiera disfrutar de las clases de un profesor entusiasta como Giner de los Ríos! O mucho mejor, del poeta entre los profesores y profesor entre los poetas: el gran Pedro Salinas. ¡Qué no daría yo! Por deshacer todo lo que está tan y tan mal hecho, y rehacerlo con hilos de entusiasmo, con ganas de enseñar, de enseñar a aprender, a vivir. Crearía una Facultad de Cultura, como la que propone Ortega, y cambiaría el chip de todos los alumnos absurdos (yo la más primera de todos) que nos matamos por la obtención de seis créditos más, y ni siquiera nos paramos a pensar para qué cojones nos van a servir esos créditos unos cuantos años después. Pues para nada, claro. Seremos títulos andantes como tantos hay ya en este país. Títulos con patas de palo que cojean al rededor de este país hecho a imagen y semejanza de los habitantes del mismo. "Tenemos el país que nos merecemos."

Absurda conexión. Sentir. Desear que el tiempo pare. ¿Cuántos meses hacía de eso? Hacía tiempo que no sentía tanta paz. Pero nada. Como siempre. Nunca fui, soy, ni seré suficiente. Aunque por un instante me sentí la reina de mi mundo, por conseguir por vez primera algo que deseaba anteriormente. Pues sí, gané una hora de falso cariño de alguien a quien ni conozco. ¿Y qué perdí? Ah, sí, NADA. Con mayúsculas. Así que ni pizca de arrepentimiento, y a otra cosa mariposa. Como el examen de mañana, por ejemplo.

Me duermo. Noto cómo van cayendo mis párpados y las paredes se derriten a mi alrededor. Cómo mi piel ardiente se deshace con el no-paso de la brisa de la noche veraniega, ajena al cataclismo que sufren mi cuerpo y mi alma, encerrados uno en otra, otra en uno. Escribo "a lo que salga", sí, por eso últimamente no publico nada. He vuelto, ya lo he dicho. He vuelto a una etapa que ya creía superada. Una etapa en la que escribir con pílot me desahogaba mucho más que hacerlo con un teclado. Ya no me apetece ser leída y juzgada por mis palabras. Ahora me arrepiento de haber hecho público este pequeño espacio que iba a ser en principio, un lugar mío, de mí, para mí, personal e intransferible. Pero al igual que en mi propia vida, fui dejando entrar a la gente. No sé cuántas mil visitas van, y pesan. Porque al fin y al cabo no es esto más que una manera de sacar a relucir mi Yo más profundo, y siempre fui muy celosa conmigo (aunque probablemente ninguna de las que leáis esto penséis lo mismo). Y digo "las", claro ¿para qué nos vamos a engañar? Si sois mujeres, vosotras, las que rodeáis mi vida. Madre, hermanas, compañeras de clase (por todos es sabido que en letras predominamos en género y número), compañeras de equipo, amigas... Sois vosotras las que estáis. Y no es que los odie, es que ellos nunca me han querido, seamos realistas, no es que ellos no sean para mí, es que cada día tengo más claro que yo no soy para ellos. Y no es que no los quiera, que lo hago, y quizá en otro tiempo los amé, claro... Pero no hoy. Hoy es Junio, y el calor me abrasa las ideas. Si fuera dulce Noviembre, pero de 2010 que fuera... Qué sonrisa boba. Y cerrar los ojos y abrir el alma al recuerdo. Vivir en el recuerdo, esa es mi condena. Y lo será toda mi amarga vida...¿Qué estaba diciendo? Ah, sí, que (parafraseandome a mí misma) "yo, como el gran Miguel de Unamuno, suelo escribir a lo que salga".

21 abr 2012

El meollo.

¡Premio! Yo solita acabo de entender el meollo de la cuestión. Vale, vale, quizá ha sido gracias a ti, por sacarme con sacacorchos lo que sé que no quiere salir. Bueno, al lío. Ahora entiendo todo. ¿Qué son 20 meses si lo comparamos con 20 años? Pues nada, eso digo yo: nada. Si fueron sólo 20 meses los que sentí ese calor, esa sensación de sentirse querida, es decir, de sentirse Amada (con mayúsculas, claro), ahora es cuando regreso a mi anterior situación. Cuando me sentía sola y "me daba igual". Eso es. Tengo que sentirme sola y aprender a que me dé igual. Eh.. No espera. Tengo que aprender a sentirme sola y que me dé igual... Uy no... ¡Ah! ¡Ya está! ¡Tengo que aprender a que me dé igual sentirme sola! Claro... Volviendo a citar a Julio: "La felicidad consiste en no ser feliz y que no te importe". Ea. Pues eso haré. Que no me importe.

Ya sé que la solución no es acostumbrarse. Pero por más vueltas que doy, es la única que veo. Pues las únicas veces que estoy bien, me pregunto por qué y la respuesta es "Te has acostumbrado a esta vida". Que al fin y al cabo no está tan mal. Simplemente es DIFERENTE. Y al mismo tiempo parecida a la que he llevado siempre. Eso es. ¿Qué cojones? Esta es mi vida de siempre, la rara ha sido la otra, la moñas, la de besitos y caricias y la de dormir acompañada. Esa vida no era la mía, ÉSTA SÍ. Así que ea. Con toda la tontería, he llegado yo solita (y con tu ayuda) al meollo de la cuestión. (Lo cual no quiere decir que pasado mañana no vuelva a escribir expresando lo triste y desolada que se encuentra mi supuesta alma. Que eso ya lo he intentado sin éxito. Ya sé que sólo sé escribir sobre esto. Y si no, pues no escribo. Y santas pascuas. Pero eso ya lo veremos...)


18 abr 2012

Inteligencia emocional, lo llaman.

Es extraña la forma en la que los días se suceden unos a otros. Y es que sólo son eso: días. Días que contienen horas, que contienen minutos, que a su vez contienen segundos. Segundos cuya velocidad es pasmosa. Y nunca me había parado a pensarlo. A veces las horas se me hacen eternas, y cuando pienso que ya son siete los meses que lleva mi persona vagando, pululando, carente de alma en cualquier sentido, me doy cuenta de lo raudos que son los segundos. Que no te da tiempo a nombrar uno cuando ya ha pasado y el siguiente está aquí. ¿Cuántos segundos hace? Podría hacer un simple cálculo facilito con calculadora, claro, pero soy de letras. No me hace falta medir los segundos para saber que pasan, ¡y cómo pasan!

Es extraño, pero a veces no siento dolor. Es simplemente un vacío. No siento. Y nada en este mundo me duele más que no sentir. Según aquel bohemio que me describió sin conocerme, y al cual compré su poemario por apenas dos Euros, mi inteligencia es emocional. Y razón no le falta, desde luego. No sé pensar sin sentir, no sé vivir así. Pienso en sentir. Y siento que no siento. No hay nada más doloroso que eso. No lo hay. Es como un agujero negro, como un vacío. Es la Nada con mayúsculas. Es como en esas películas donde el protagonista aparece en un lugar blanco impoluto, donde no existe nada más y nada menos que él, o ella en cualquier caso, en este caso.

Es como si me hubiese prohibido sentir nada en absoluto, y no acierto a entender muy bien por qué. Aunque supongo que nadie más que yo sabe esa respuesta. ¿Por qué? Supongo que simplemente porque el miedo atenaza mi cuerpo, porque instintivamente siento que sentir no es nada bueno. Al fin y al cabo eso de sentir me ha hecho cosas horribles. Es eso. Mi subconsciente no me deja sentir. Tengo miedo. ¿Y cómo iba yo a sentir si me han robado la capacidad de hacerlo?

¿Tan difícil es que alguien quiera devolverme esa capacidad? Ya te lo digo yo, querida: Es materialmente Imposible.


12 abr 2012

Por tal razón.

Hoy miré a los ojos a la tristeza, a la alegría, a la soledad, al amor propio, a la rabia, a la desolación y después a la euforia. Me he cruzado con todos ellos. Hoy.

Hoy he esperado, he soñado, he reído, he rabiado, me he desesperado, he flipado, me he emocionado. Todas esas cosas he sentido. Hoy.

Hoy. Un día como otro cualquiera, de esos que pasan y corren y vuelan. De esos que cantan, y saltan y juegan. Hoy. De esos días que no tienen nada de especial, y por tal razón son especiales. Hoy, por cierto, no he llorado. Y poco me ha faltado, pero me he contenido. Que soy fuerte. Y me estoy curando. Hoy.

"Hoy, por ser hoy, porque quizá no haya mañana." No sé por qué siempre recuerdo esa frase. Siempre recuerdo ciertas frases/momentos/historias. Y esa es mi maldición. Que los recuerdos no se me escapan como los días, que no puedo llamar a un recuerdo "ayer". Porque sé que también será "mañana". Y porque sé que siempre es "hoy". Mis recuerdos son "hoy". Nuestros recuerdos son siempre "hoy". ¡Qué contrariedad! Pues nunca habrá un "mañana" para nosotras, ni siquiera hay un "hoy". De hecho hay un vaguísimo "anteayer"... Y ya es decir mucho.

Hoy, que he sentido tanto y tan poco a la vez, que lo guardo en el cajón como cualquier otro día del montón. Otro día del que no me acordaré dentro de quizá un par de semanas. Pero que sin duda alguna recordaré como el día que fue "un día más". De esos que no tienen nada especial, y que por tal razón son especiales.

Hoy soñaré que hago un viaje infinito, y que puedo llamar a todos mis recuerdos "AYER" con mayúsculas. Soñaré que no me duele la vida, y que no me pesan los párpados a todas horas excepto a la precisa hora de dormir. Soñaré, estoy segura. Hoy.

5 abr 2012

Que no, que no..


Un día miré, noté y envidié. Envidié mucho. Y, claro, mentí. Me dije que no era envidia, me dije que no me importaba. Pero mentí.
Los vi sonrientes, de la mano. Escribiéndose obviedades. Pegajosos empalagamientos. "No me hace falta". Mentí. Los vi flotando en nebulosas edulcoradas. Todos pares. Ya no me engañanaba mi mentira. Mi mentira que creé para no sufrir. Nací con esa necesidad creada. Nací con esa necesidad de ti. Me engañé, hasta que explotó la mentira, con no necesitar de nosotros más de lo que hay. Pero sí. Y me exprime. Y ya no hay mentira que me tape. De lo falso, surgió lo vacuo. Por más que lo quiera. Por más que te quiera y tú a mi. Tú y yo no. Tú y yo, no hacemos cosas de dos.


Ms. B.T.

28 mar 2012

No sé si me duele no ser feliz, o que ella lo sea, o que ella lo sea con otra persona, o que ella lo sea sin mí. Que sí que estas cosas me pasan por entrometida, por fisgona, por cotilla marujona. Me pasan por querer saber a toda costa. Si ya lo decía mi querido Julio, "la ignorancia también da la felicidad"... Desde luego. Pero bueno, ¡eh! ¡que me estoy curando! Ahora sólo siento una punzada en el pecho y un nudo en la garganta cada vez que veo una foto suya. "¡Ay, Logá!" ¡Venga ya hombre! Pero que ya no lloro ¿eh? Ni tampoco sufro, ya no hay llanto. Sí, sí, pasado pisado. Qué recurrentes son las panchitadas... ¡Jé! Bueno bueno, por lo menos ahora me apetece escribir a secas, antes lo necesitaba. Ahora me apetece soltar gilipolleces por mis manos; aunque no tengan ni pies ni cabeza. Como yo, que no tengo cabeza. Soy como Nick Casi Decapitado. ¡Uy! Entonces sí tengo cabeza... Soy... ¡Como el jinete sin cabeza! ¡Santo Zeus, qué redundante soy! Cómo se me va de las manos. Distancia de seguridad. Ahora que me acuerdo, ¡cómo se me va de las manos! Si es que la cago ¿eh? la cago... "No dejaremos nada a la imaginación... A veces me canso de tanta poesía, y quiero decirte a viva voz todo lo que te haría..." Mi sueño es ir a un concierto suyo, y ponerme en primera fila, enamorarnos a base de miradas, que disimuladamente me pida fuego cuando salgamos a fumar, y pocos años después tener una bonita vida y que me acuerde vagamente de todos estos fracasos. Que me ría de este momento, que me ría leyendo esto. "Quiero decirte a viva voz todo lo que te haría..." Pero que hay cosas que es mejor no decir, por el bien de la humanidad. Ñah. ¿Pero qué me ha dado hoy? ¡¡Que no puedo parar de teclear sin sentido...!! Si es que ya lo decía yo hace muchos años (no tantos), que estoy majareta sin remedio. Hay cosas que nunca cambian, y mi locura transitoria con principio de paranoia es una de ellas. Esto es como cuando me dio por la escritura automática. Surrealismo. Pero esto es mucho más cutre. Yo, todo lo contrario que el vino, no mejoro con los años, voy hacia abajo. Constante pendiente. Pendiente de todos sus movimientos. ¡Pero qué dices! ¿No ves que me estoy curando? Mierda, estás hablando sola... (Prueba feaciente de mi multipolaridad. Bravo.) Ni un punto y aparte he puesto.

Ale, pues ya lo he puesto. Y muy mal puesto, porque no cambio de tema, nunca lo hago. No es que un día de repente me vaya a poner a escribir sobre los elefantes de la sabana africana o sobre las aves migratorias, o los insectos tropicales, o la sierra de Albarracín, qué va. Soy monotema: Yo. Mis múltiples yo(s). Y todas aquellas personas que los vuelven locos a todos ellos. ¡Pobres yo(s)!

Una vez dije que me encantaba escribir tanto, y tan denso, así nadie lee. Me valgo yo, nos valemos yo(s) para leernos. Uy, estoy empezando a no saber cómo tratarme si en primera persona del singular, del plural, en tercera persona... ¡Madre mía es que ya te lo he dicho, que por las noches se me va de las manos...! Ya no sé ni lo que escribo. (¿Cuántas veces habré escrito esa frase sabiendo perfectamente que la escribía y lo que escribía al escribirla? ¡Qué paradojas!) Y sigues pensando algunas veces que te olvido.



Buona notte, principessa. ;)

26 mar 2012

Incluso.

Creo que me estoy curando. Ya incluso no necesito escribir y exponer mis adentros. Es extraño. Lo noto. En estos días incluso no pienso en ella a veces. Incluso me permito hablar de ella con una sonrisa en la boca. Incluso tengo ganas de hablar con ella. ¿Me estoy curando? Ojalá, ojalá. ¡Qué palabra tan graciosa! ¡Ojalá! Me suena como a hechizo. ¡Ojalá! Uy, que se me va el santo al cielo... Lo que decía, que menuda tarde bonita y soleada ha hecho hoy. ¡Y es domingo! ¡Un domingo divertido! ¿Es que ya no me duelen los domingos? Creo que me estoy curando. Jolin, ya va siendo hora, después de medio año. ¿Pero por qué sube una foto hoy? ¡Qué guapa sale joder! Y sonrío, sonrío. ¡Que me estoy curando! Ya puedo vivir sola. Ya me he acostumbrado a vivir sola. Incluso sonrío, incluso. ¡Estamos locos! 

Me gusta mi pintauñas rosa. Pi-pi. Me quedo sin batería. Buenas noches.

7 mar 2012

Hoy QUIERO ser.


Va a haber que ir pensando en no escribir siempre sobre lo mismo... En principio para no aburrir a mis escasos lectores, y después para no aburrirme a mí misma. Pero llegados a este punto, debo decir que tengo un ligero problema... Y es que no sé escribir sobre otra cosa. No sé sobre qué cosa se puede escribir si no es sobre mi pobre corazón oxidado. Y es un problemón del quince; así nunca llegaré a ser una escritora de renombre, de las que escriben novelas y venden muchos ejemplares. Y creedme cuando digo que no hay otra cosa en este mundo que me pudiera hacer más feliz que ese éxito laboral y personal al mismo tiempo. Quizá es que no estoy hecha para escribir después de todo, y que para mí es sólo lo que ha sido siempre: una forma de desahogo inevitable cuando no me queda nada más que posar las manos sobre el teclado, o el pílot negro sobre el folio blanco. Una lástima. De verdad que me encantaría sacar las palabras de mi mente por una vez, y no de ese maldito órgano latente que no hace más que darme un disgusto tras otro.


Aún con todo, prometo hacer el intento, y que mis próximas publicaciones sean algo nuevo, diferente, atrevido, sofisticado... Y demás adjetivos que tanto nos gusta apelotonar. Aunque me sea difícil, lo voy a intentar. Por vosotros, por ti, y sobre todo, por mí.

28 feb 2012

Yo ya no soy.

Yo ya no sé ser. 
Y es que yo ya no soy.
No existo. 
No soy más que un simple ente vagando entre las tinieblas de la soledad redundante. 
Soy una mísera gota de lluvia en la profundidad del inmenso océano. 
Soy un pequeño ácaro que carcome cada pieza de mi vida. 
Soy una mota de polvo en un libro milenario, en un tesoro de papel cuyas hojas hace décadas que no son leídas, devoradas. 
Soy un pequeño satélite en medio del gran universo, digo más, un insignificante meteorito, un trocito de tierra inerte.
Soy esa diminuta flor que pasa desapercibida a ojos del humano, o ese animal microscópico al que nadie nunca puede ver, al que todo el mundo aplasta al pasar. 
Soy el pequeño insecto al que nadie teme por su ínfimo tamaño. 
Soy aquel nimio triángulo en medio de una estruendosa orquesta, o un crótalo, me atrevería a decir.
Soy un minúsculo pedazo de ceniza, un cero a la izquierda de seis mil millones más.
Soy nada. 
No soy. 
Reitero: Yo ya no sé ser.

25 feb 2012

Y así me vale.

Aprender a convivir con mi soledad. Esa es la clave para ser feliz con esta vida. Esta vida que quizá no es la más bonita de las que he vivido, pero sigue siendo vida, la mía: mi vida. Y así me vale.

Tampoco me queda otro remedio. No voy a estar toda una (mi) vida lamentándome por lo que tontamente y/o (in)justamente [según quién lo mire], perdí. O que quizá nunca llegué a tener. Quizá eran sólo espejismos; un oasis precioso en el desierto de mi historia. Eso fue. Mentiras y más mentiras. En eso se basa todo, todo son mentiras. Y quien diga que no, miente. Jé. ¡Qué paradójico!

Pero bueno, si la moraleja es que no merece la pena basar una vida en oasis inexistentes, desde hoy (y espero cumplirlo), no vale escribir ahogada en absurdas lágrimas,  no vale exponer un corazón desnutrido, exprimido, (in)latente, interfecto por inanición. Un corazón al que ya nada alimenta.  No merece la pena. No.

21 feb 2012

A veces me llaman Mou.

O la gente es imbécil o yo no entiendo a la gente. ¿Por qué?
Hay ciertas cosas que me ponen de mala hostia, y esta es una de ellas. ¿O es que es normal que la gente cambie su actitud para conmigo de la noche a la mañana sin motivo aparente? ¿Por qué? Vale que soy olvidable, y que la gente se cansa de mí... Hasta ahí de acuerdo, porque me conozco lo suficiente como para saberlo... Yo también me cansaría de mí. Pero ¿tan pronto? ¿Así sin más? ¿Por qué?
Odio que la gente se permita el lujo de entrar y salir de las vidas a su antojo, sin consultar ni pedir permiso para entrar, y mucho menos para salir, claro. ¿¡Por qué!? Estas son las cosas que me ponen de mala hostia.

Ahora que la solución es clara. Puesto que el problema es mío por dejar entrar a cualquiera, la que tiene que cerrar la puerta soy yo. Que no veo que nadie pase malos tragos a mi alrededor, que por lo visto soy la única subnormal que se devana los sesos preguntándome una y otra y otra vez... ¿¿POR QUÉ??

A veces me llaman Mou.

Bah.

14 feb 2012

Natillas.

Cambios, cambios, cambios.
Me pido cambios y sin embargo vuelvo a Ti
como un imán atraído por Tus metálicas entrañas.
Por Tu corazón de hierro, Tus manos de acero,
por nuestra aleación de miradas y caricias
que no deben, que no pueden significar nada.

A veces me pregunto cómo puedo reprimir tan fácilmente mis ganas de besarTe.
Fácil-mente. Sí.

No esperes entenderme, porque ni yo lo hago.
Quizá la mejor opción sea alejarse.
Muerto el perro, se acabó la rabia.
Rabia.

Giro sobre mi propio eje,
doy vueltas a mi alrededor,
y siempre encuentro lo mismo:
Yo. Y yo. Y más yo.



Me vendría especialmente bien un largo viaje, un cambio de aires. Nueva gente, nuevos lugares, nuevas experiencias que me ayuden a romper con mi vida, con toda ella. A veces siempre pienso que carece absolutamente de sentido la mires por donde la mires, y por más cosas que hago, no consigo encontrarlo. Se va perdiendo por el camino, dejando un rastro cada vez menos claro, menos intenso, cada vez más grisáceo. Totalmente sin sentido.

Y entonces vas tú y apareces, en medio del camino,
obligándome a sonreir(te) cada vez que te miro.
¿Por qué me pasan a mí estas cosas tan raras?

Y que al apagar las luces nuestros cuerpos sean imanes incapaces de desunirse mientras las sombras nos contemplan... Estamos locos.

Me va a explotar la cabeza.

4 feb 2012

Hundida en lo más hondo del más profundo océano.
Las olas arrastran mi cuerpo hasta las rocas.
Se golpea, se desmorona, se desuella.
Un cuerpo sin vida y sin alma
que se desmiembra a cada golpe.
Se desmiembra.
Nadie encontrará todos los trozos para unirlos.
Nadie.
Harapos de telas ajadas llegan hasta la orilla,
manchan de sangre su eterna blancura,
su pureza.
Mientras las olas succionan cada seso,
cada pelo, cada uña, cada sueño.
Cada migaja de lo que un día fue un cuerpo.
Lo fue.
Absorben mi vida como si no hubiera mañana,
se la llevan, me la roban, y juegan con ella.
Se la rifan.
¿Quién quiere el páncreas? ¿Y quién el hígado?
Yo me quedo con este estúpido corazón,
seguro que sirve para algo,
para algo más que para lo que sirvió.
Y sirvió.
Pero ahora se deshace entre sales y algas marinas.
Marinas.
Entre corales y estrellas de mar.
Un pobre corazón oxidado,
que no sabe nadar.
 Inundado, encharcado, ahogado ya.



Tanto mal ha de haber hecho la pobre muchacha, para acabar así: destruida, hundida, desmoronada. Y su cuerpo disgregado, segmentado, definitivamente hecho trizas, desmigajado, y esparcido con esmero por el inmenso mar.

30 ene 2012

No hay cabida..

Con lo fácil que resultaba, cuán imposible parece
reir sin tener el cerebro enajenado.
Carcajadas en el funeral de una existencia angustiada.
Lo veíamos venir, que se estaba secando;
que estallaba de dolor asfixiada en la desidia y sus pestañas clamaban libertad.
Y su afán de ser vacía, si a explotar estaba.
Vivía llena de anhelos y gracias.
Sólo se oye una voz:

"No ploris, petita, no ploris més ja."

23 ene 2012

Eterna lucha.




Luchando contra el viento
que desgarra cada instante
cada parte de mi cuerpo.

Escozor de olas saladas
que azotan cada herida
cada yaga, cada verso.

Escapando de las nubes,
diluyendo cada sueño,
esperanzas marchitadas,
resbalando, escurriendo.

Constante lucha contra yo,
Y yo contra mí misma,
Marchitas lágrimas inútiles,
Inútiles, absurdas, perdidas.

22 ene 2012

Quizá podría haber tenido éxito como poeta del siglo XVII, ¿Quién sabe?

No me preguntéis por qué, pero hoy me he acordado de esto. Es un final alternativo para el Polifemo de Góngora que tuve que escribir para la asignatura de Literatura del siglo XVII el año pasado.



Viendo al amante en rocío cambiado
se sintio Galatea con gran ardor,
escuchose allí que de tan clamado,
alienado río resonó interior.
Pusieronse purpúreo colorado
aguas de nacar albugíneo mayor,
volvio así conversa a sangre la linfa,
y desesperada ahorcose la ninfa.


Y  no tengo nada más que añadir.

12 ene 2012

Felicidad(no)es este agujero que dejaste en mi persona.

¿Qué quieres que te diga? 
Felicidad-es lo que tú sientes, lo que tú tienes en tu vida, y que a mí me destroza por dentro.
¿Y si cayera una nevada monumental? ¿Recordarías los happy twenty? ¿Recordarías cómo despertamos al lado y descubrimos el suelo, las nubes, y los tejados blancos? ¿Recordarías entonces el primer beso de la mañana? ¿Quién fue la primera en felicitarte? ¿Recordarías acaso la tarta de nieve? ¿Y el bonito muñeco? ¿Recordarías el bizcocho, el puzle, y el calor familiar? ¿Cómo me decías que había sido y sería el cumpleaños más especial de tu vida? ¿De verdad recordarías?
No, claro que no. Ya nada te recuerda a mí. ¡Qué extraño! En mi caso sin embargo, cada pequeña nimiedad revive en mí un bonito recuerdo. Cada lágrima está impregnada de cada uno de tus insaciables besos. ¡Joder! Es que veo tan improbable mi felicidad sin ti, que me siento cual anciana taciturna y solitaria. Como si fueran a pasar los años sin pena ni gloria, y yo, absurda de mí, seguiré recordando cada minuto de cada hora de cada día que pasamos al lado. Mi pequeña. Mi persona. 
Felicidad-es lo que tú sientes y a mí me destroza por dentro.

A veces soy tan buena actriz, que ni yo misma noto lo realmente destrozada y desgastada que está mi alma. No puedo con tantos fracasos. Hundida completamente en el jodido bote de mierda. Cuánto dudo que alguien pueda quiera sacarme.

8 ene 2012

Dos mil doce lágrimas.


Qué triste es empezar un nuevo año de esta manera. Para ser este mi año, desde que empezó, he llorado todos los días, quizá más de una y de 10 veces cada uno. Diríase que puede ser el peor comienzo de año de todos los que lleva mi vulgar existencia pululando por el mundo. Pero igual podría decirse que el final del año que se fue, ha sido el peor final de año de todos los que le preceden. Quizá estos pocos días de llanto son simplemente consecuencia de la carga emocional que dos mil once dejó en mi estúpida persona.

Qué triste es darse cuenta de las cosas. Tarde. "He hecho tantas cosas mal que la única solución que veo PLAUSIBLE es fugarme a EEUU, cambiar de aspecto e identidad, y empezar de cero." Aún así, diría yo querida Ms. B.T, que lo mismo nos daría. Mientras nos queden neuronas para sentir, recordaremos, y seguirá doliendo igual, aunque desde lejos. La distancia y el tiempo no hacen el olvido, no lo hacen. De verdad que no. 

La distancia sólo hace inmaterial la pesadumbre y el desasosiego. Hace intangible la pena y la desgracia, el malestar. Sólo hace que en vez de ver y tocar el dolor, se quede en un rincón de ahí arriba, delirando y desvariando cada minuto de cada instante de la vida, de la MI vida.

El tiempo sin embargo, es engañoso, cruel, tramposo, vil y traidor. Cuando crees que te ayuda con su paso, te das cuenta de que tu cerebro siente, SIENTE, que todo sigue igual que ayer... Que el maldito tiempo en realidad se ha estancado, y todos tus días son el puto día de la marmota. Que en cada lugar de cada zona de cada sitio de cada esfera seguirás siempre igual: llorando cada día, y muriendo cada noche.


Es incomprensible que con todas las cosas buenas y bonitas que le han pasado a mi persona, mi cerebro quiera centrar toda su puta atención en las cosas que ya nunca tendré, y en cómo las echaré de menos toda la vida. Toda la MI puta vida.

Me estoy desintegrando por momentos.