Locurillas.

Pues mira, sí; me ha apetecido besarte. ¿Qué vamos a hacerle? Si es que aunque el mundo se esté derrumbando sobre mis pies y bajo mi cabeza, los minutos/horas/segundos que me regalas, consigues que sólo piense en la forma en que me agredes con tus ojos y cómo tus labios me piden (sin decirlo) que me acerque. ¿Cómo lo haces? Me gustaría saber por qué aunque tengo la certeza de haber perdido a Mi Persona para siempre, llegues tú y consigas que se me revuelvan los adentros cuando me miras de esa forma tan lasciva, obscena, libidinosa... Que me trasmites tus ganas de terminar lo que un día no debió empezar ni acabar.

Qué cosas me pasan por la mente a estas horas de la madrugada, y con este desengaño en mi cabeza. ¡Qué tristeza! Jamás pensé que MP* pudiera o pudiese ser tan sumamente fría. ¡What a pity!

Tenía claro que moriría joven, pero no pensaba que fuera tanto.
Me quedan pocos días de vida, pues ayer hablé con el de arriba y le dije que por favor si no conseguía que volvieras, que me dejara dormir para siempre. Para crear mi propia vida en sueños, nuestra propia vida en sueños. Que en sueños exista un "nosotras" y que me quieras como antes. Que quieras quererme como antes.
En principio le dije que hiciera que ese mismo día fuera el elegido, que no me dejara despertarme. Pero por lo visto tiene muchos ruegos y peticiones, pues ya van 2 ó 3 millones de años y sigo esperando que llegue el día... mejor dicho que no llegue el día.

¿Es este mi destino? ¿Qué hice en otra vida para que mi castigo sea tan duro?
Seguro que maté a muchas personas e hice mucho daño en mi vida pasada, eso lo explicaría todo. El mundo es sabio, y le da a cada uno lo que se merece. Será que este es mi merecido. Miel en los labios y luego dolor. Dolor. La miel se torna en lágrimas y me escuecen en los labios. Ójala tuviera o tuviese el valor para quitarme la vida, no dudes ni por un segundo que lo haría. No aguanto todo lo que el de arriba quiera que aguante llorando todas las noches, muriendo todos los días.

Ójala me dejaras intentarlo, ójala.

¿Bienvenida?

Saludos, mundo, páncreas..
A veces necesito escribir. Tiempo ha que no me sentía el mono de la escritura, pero claro, han vuelto los viajes interminables en autobús que hacen de mis auriculares una extensión de mis orejas.
Ahí va mi primera pequeña contribución, son pequeñas reflexiones, nada más.

Nuestras vidas se basan en marcadores. Marcadores de "primeros". El primer beso, el primer vuelo en avión, la primera palabra, los primeros pasos, la primera vez, el primer amor.. Pero es injusto, es tan injusto hacer algo sin saber que es la última vez que lo estás haciendo.. Y es injusto, es más injusto aún, es dolorosamente injusto no recordar, olvidar las últimas veces que has hecho algo. Y, ¿cómo luchar contra la incertidumbre?

Un último grito arde en mi mirada
pidiendo la salvación:
¡Que alguien acaricie mis párpados
y me bese las rodillas por la noche!

Al fin y al cabo, no es tan importante..

Hoy he despertado y nada de esto había ocurrido. Tenía una nota tuya recordándome lo mucho que me amas, y tenía el aroma de un beso tuyo aún pululante entre mis labios. Me he despertado aliviada porque esta horrible pesadilla me estaba destrozando por dentro, era demasiado terrible para ser real, era demasiado sufrimiento comprimido como para que estuviera ocurriendo realmente entre nosotras. Así que me he despertado pensando que menos mal que nada de esto había pasado, he besado tus labios suaves y calentitos y me he vuelto a dormir a tu lado. ¡Qué dulce saberte tan cerca!

Cuando en realidad he abierto el ojo, y he visto mi cama vacía de ti, y llena de mis lágrimas, me he dado cuenta de la realidad de mi horrible pesadilla. ¿Por qué a nosotras? ¿Es que no había parejas en el mundo que nos ha tenido que pasar a nosotras? No puedo creerlo ni soportarlo. Mi vida se va deshaciendo por minutos... Me estás matando.

Supongo que esta es la vida que me espera. Una derrota tras otra, un fracaso tras otro. Pues ya sabe todo el que me conoce que cuando más desdichada soy, más palabras soy capaz de sacar de mi cutrecorazón (en fa sostenido).
Aunque esto se me va de las manos completamente. Si nunca nadie ha muerto de amor, creo que yo seré la pionera. Pues siento como cada minúscula parte de mí se va pudriendo por dentro y por fuera, se va desollando como si me lijaran la vida.
Se acabó. Se acabó para siempre. No dejas de repetírmelo, mientras yo intento que pienses que ya lo sé y lo entiendo. ¡Mentira! Pues sigo besando tu foto, llorándote cada segundo, sigo deseando despertar y que nada de esto haya ocurrido.
No me puedo sentir más rota y destrozada. Te has llevado mi alma contigo, y dudo que pueda volver a recuperarla. Ahora que ya sabía lo verdaderamente importante de la palabra con A, tú me lo has arrebatado. Me has roto todos mis esquemas. El viaje a la aurora boreal. Tu camiseta azulgrana. Las noches y noches que nos quedaban por vivir. Tú me lo has quitado todo. Me has arrebatado la vida de una manera asombrosamente sencilla para ti. No te ha costado ni 5 lágrimas. Ni siquiera me echas de menos. Me duele tanto pensar eso...

Aquí ha terminado mi vida. Mi verdadera vida. La única vida que he tenido. Tú te la has llevado.

Carta para ti.

-Entrada suprimida por la autora del blog-

Me has partido el corazón.

Mi vida se agotó con el último suspiro de mi corazón sangrando a borbotones, roto en mil pedazos. Hora de la muerte: 5.01. No sé cuántas noches aguantaré así. Vagándo como ánima en pena por los arañados pensamientos roídos por la injusticia de tus actos. Me has destrozado. Como si el mundo hubiera o hubiese implosionado sobre sí mismo, y hubiera creado a su vez un espantoso manto de lágrimas rojas de ira, verdes de envidia, moradas de pasión. Lágrimas ahogadas en ellas mismas, intentando flotar sobre su propia densidad. Mi piel se amontona en mis uñas mientras siento aún tus latidos sobre mi pecho; tus labios sobre mi cuello, tus manos sobre mi espalda. Mientras tengo tu olor pegado a mis sábanas. Insolentes lágrimas que se atreven a desafiar a mis recuerdos, removerlos y atusarlos para que salgan fuera, para que pueda verlos. Malditas sean.
¿Por qué? ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué en este momento? Habrías recibido tanto de mí si me hubieras avisado...
Si hubieras o hubieses anunciado mi posterior muerte, habría por lo menos saboreado el último beso, exprimido la última caricia, embotellado el último abrazo. (No puedo creer que no vaya a volver a sentirte.) ¿Por qué me haces esto? Ójala me fuera a mí tan fácil olvidar(te).

Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Y de qué manera...

PuntoPuntoPunto

Estremecerse entre tus palabras. 

Ahogando gritos aullantes,

gritando horribles silencios.

(Intentas que a veces crea que sí

mientras sé que siempre es no.)

Envolverse en tu oscuridad.

Despejando las dudas que nunca tuve, 

las que ahora tengo.

(Abandonas tu ego para hacerme creer

y a veces consigues hacerlo)

Enfrentarse con tu mirada.

Castigando a esas malditas neuronas

que te piensan sin pensarte.

(Comprimes mi mundo en tu risa, 

consigues que olvide el resto)

¿Qué cojones es esto?

Amén Jesús...