18 ago 2012

¡Hola, Diario!

Hoy he buscado Ciclotimia en el diccionario y ha aparecido una foto mía. Casi me da un infarto. Después lo he entendido todo. ¿Qué definición podría ser mejor que un claro ejemplo de esa enfermedad? A esa conclusión llego en días como hoy. Padezco Ciclotimia en un grado superlativo.

Hoy también he estado mirando mi fotolog, mi antigua casa. Allí estaba yo, me he visto tecleando exactamente igual que ahora. Y es que si hay algo que no cambia en mi vida es esto: las letras. Ellas son mis mejores confidentes, mis más mejores amigas. Ellas sí que me entienden. Letras. En días como hoy en los que digo y hago cosas que se escapan completamente a la razón, me odio (si cabe) un poquito más. Y supongo que algún día terminarás cansándote de mis neuras... Con razón. Pero ahora es cuando más necesito que me entiendas. Sé que es difícil comprender a una persona tan enrevesadamente tarada como yo, pero necesito que lo intentes. Hoy, como ya te he dicho, es uno de esos días en los que esa necesidad imperiosa de compañía humana se me hace más insoportable de lo normal. Me arde la vida. Debo latir a no sé cuántas mil revoluciones. Todo quema. Y lo siento, de verdad que lo siento.

Hoy también he escuchado música. También he comido gazpacho. De postre: queso. También he fumado. Hoy he reído. También le he enseñado a Ms BT El mundo amarillo, y no le ha gustado. A mí tampoco me gusta, hay ciertas dudas que no me resuelve, pero yo tengo mi propia respuesta. También he regado. He echado la comida a las gallinas, y al perro. He intentado recoger los huevos (aunque casi muero picoteada). ¡Hoy también he estudiado! ¡Varias horas! Además de todo eso, he llorado. He llorado tal cantidad de lágrimas que podría haber llenado un bote entero como tantos hemos llenado ya de mierda. También hoy he sentido, pero eso suelo hacerlo siempre. Hoy la he cagado. También he pasado calor, y frío. He gastado un rollo de papel en mocos. Me he empastillado. He hablado demasiado. Hoy he llorado, ¿he dicho ya que he llorado? Pues sí, he llorado.

¡Madre mía! Todas las cosas que he hecho hoy, y sólo veo mi día sumido en lágrimas. Lo sé, eso dice mucho de mí, y de mi pesimismo.



Hola, soy Gilipollas ¿en qué puedo joderle?

No hay comentarios:

Publicar un comentario