2 dic 2011

Oh, Lord..

Neuronas incomprensibles. Dijo Punset que tus propias ídem ni saben quién eres, ¡ni les interesa!
De este modo, es perfectamente normal el que no comprendamos los impulsos de nuestro maldito cerebro porque, señores, trabaja por cuenta propia.
¿Para qué iba a ponerse de acuerdo con los pulmones cuando se te corta la respiración? ¿Con el corazón cuando se te desboca? El cerebro pasa del amor y punto. Imagina y se recrea haciéndolo. No importa a quién ames, tu cerebro deseará más. Y eso, es pura ciencia. Y yo, ya estoy harta.

Mi rima de hoy, mi rima de siempre, eres . Y a mi cerebro que le den.


Ms. B.T.

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