28 nov 2011

Imagine.

Intuiciones oníricas. 
Botecitos de cristal que guardan sus secretos.
Vidrio deleznable que colecciona cada pensamiento. 
Despierta en sueños. 
Nuevas notas musicales, nuevas voces, nuevos versos.
Imaginación al poder.
Como si pasado mañana fuera o fuese a dar la vuelta a su cama 
y a encontrarla llena de tu cuerpo caliente, vivo. 
Inverosimilitudes varias. 
Intenta entender(se) y se da cuenta de la imposibilidad de ello.
Es difícil entender cuando no tiene cabida la razón,
cuando no es Ce el que pone las pautas, sino Co.
¿Por qué le pasarán a ella las cosas más insólitas? 
Quizá porque no es ella otra hormiguita más 
en el gran hormiguero llamado mundo. 
Quizá porque es más especial de lo que ella misma siempre ha pensado.
O quizá porque no es tan raro enajenarse de tal forma. 



“Ella”, fíjate, ya hablo de mí en tercera persona. Como si estuviera o estuviese fuera de mi propio cuerpo y viera la escena desde fuera, cual espectador que aplaude al final de cada acto. Yo no aplaudo. La obra de mi vida no merece tanto. 
A veces me pregunto si algún día dejaré de escribir lo primero que se me pase por Co, digo Ce.
¡Qué dolor de cabeza!

1 comentario:

  1. Pues yo la echo de menos.. A "ella".
    Aaaains.. ¿Dónde irá todo esto cuando muramos?

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