16 oct 2011

Definitivamente todo esto se me va de las manos. Veréis: mientras lloro porque he perdido al amor de mi vida, intento reponerme pensando en uno de mis antiguos grandes amores. El susodicho es un pimpin cuyo ego está por encima del de cualquier mortal de clase media. Es decir, que el chavalito, se cree que es "el yugadog mas cago, mas gico, más guapo..." Ya me entendéis. Pero el caso es que su humor, su inteligencia y sus infinitas manías, me vuelven loca. ¿Para qué nos vamos a engañar? Y está más que claro que platónico fue desde 1º de la ESO y seguirá siendo 10 años después... Ains, cómo pasa el tiempo... Y a todo esto no se me ocurre otra cosa que darme cuatro besos con un Susodicho B, con quien había desde aquellos tiempos (mis tiempos más heteros), una tensión sexual no resuelta. Y juega a mi favor que Susodicho A nunca se enterará de lo de Susodicho B porque este último tiene novia, y no creo que se vea en la necesidad de contarle a nadie lo que ha pasado.

Intentando evadirme de ella pensando en cualquiera. Esperando que algún día funcione.

1 comentario:

  1. Cuando pierdes un amor, siempre te acuerdas del anterior. Curioso, verdad???

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