30 sept 2011

Locurillas.

Pues mira, sí; me ha apetecido besarte. ¿Qué vamos a hacerle? Si es que aunque el mundo se esté derrumbando sobre mis pies y bajo mi cabeza, los minutos/horas/segundos que me regalas, consigues que sólo piense en la forma en que me agredes con tus ojos y cómo tus labios me piden (sin decirlo) que me acerque. ¿Cómo lo haces? Me gustaría saber por qué aunque tengo la certeza de haber perdido a Mi Persona para siempre, llegues tú y consigas que se me revuelvan los adentros cuando me miras de esa forma tan lasciva, obscena, libidinosa... Que me trasmites tus ganas de terminar lo que un día no debió empezar ni acabar.

Qué cosas me pasan por la mente a estas horas de la madrugada, y con este desengaño en mi cabeza. ¡Qué tristeza! Jamás pensé que MP* pudiera o pudiese ser tan sumamente fría. ¡What a pity!

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